La tecnología de aspiración a turbina se basa en un sistema soplador de canal lateral. El principio adoptado en las bombas para líquidos se aplica a los compresores y bombas para vacío.
Utilizando este principio se desarrolla una serie de sopladores de máxima fiabilidad.
La diferencia de presión se obtiene a través de un intercambio centrífugo-rotatorio, continuo y progresivo del volumen de fluido transportado entre el impulsor y el canal toroide periférico durante un solo paso.
El canal toroide se interrumpe en el cuerpo entre la boca de aspiración y la de impulsión desde una zona de hermeticidad de tipo laberinto que permite el paso solo del impulsor.
Debido al principio de funcionamiento particular en estas máquinas, no existen partes en contacto entre el rotor y el estator. El funcionamiento se produce sin roce, sin desgaste, sin necesidad de lubricación; los fluidos transportados no presentan ningún tipo de contaminación.
Por ello, no se requiere mantenimiento; se garantiza el máximo silencio, la ausencia de vibraciones y la efectiva estabilidad.